La propiedad intelectual en la industria de los negocios gastronómicos
Es la hora de comer y uno se acuerda del restaurante de “Don Miguel”, lo recordamos por el sabor original de sus platillos, por el olor, por la calidad del servicio del personal, por la decoración o algún otro elemento que para nosotros es único y especial. El negocio de “Don Miguel” tiene una fórmula única lo que nos lleva a pensar que su éxito comercial se puede potencializar.
Imaginemos a “Don Miguel”, dueño de un restaurante, él está en una exitosa situación donde ya no le alcanzan las mesas y para su fortuna su negocio siempre está lleno. Él se da cuenta que el siguiente paso es crecer y para ello requiere de aliados ya sea para envasar sus alimentos o para abrir nuevas sucursales. “Don Miguel” es celoso de su concepto y se empieza a plantear nuevas preguntas ¿y si nos copian las recetas? ¿y si no quieren pagar porque se llaman igual que nosotros? ¿Y si nos clonan el negocio? ¿Cómo empezar?
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